La incorporación de los primeros 100 buses eléctricos al sistema son el símbolo del nuevo transporte público impulsado por el Presidente Sebastián Piñera, destacó la Ministra Gloria Hutt.

La Plaza de la Constitución, frente al palacio de La Moneda, fue el lugar donde esta mañana se reunió el pasado y presente del transporte público de la Región Metropolitana. Una micro de 1980, un bus amarillo de 1994 y dos vehículos que actualmente circulan en las calles de la capital -un diésel Euro III y un eléctrico- fueron el escenario que permitió a la ciudadanía comparar y apreciar cómo el sistema ha mejorado en los últimos 40 años.

El sistema de transportes de la capital ha experimentado una serie de transformaciones desde las recordadas micros Tropezón, Matadero-Palma o Lo Ovalle-Negrete de las décadas de los 70’ y 80’. Ese sistema de 13 mil buses literalmente inundó la Alameda, puesto que el 70% de los recorridos convergía en la principal avenida de Santiago.

Para ordenar ese caos, el gobierno de Patricio Aylwin implementó en 1992 la licitación que derivó en las micros amarillas. Con estos buses, que operaron entre 1992 y 2007, se apuntó a uniformar el transporte y mejorar la eficiencia de los recorridos.

Luego, con Transantiago, en 2007 se buscó optimizar los servicios bajo una política pública. Sin embargo, los problemas en el diseño e implementación del sistema generaron un sistema que, si bien ha ido mejorando en los últimos 12 años, aún no responde al servicio de calidad que esperan los usuarios, lo que busca ser corregido por la actual administración.

“Desde fines de los años 70’ hasta 2005, el transporte público de la Región Metropolitana era el responsable en gran medida de los altos niveles de contaminación que tenía esta ciudad. Esto se sumó a problemas de seguridad característicos de un sistema anticuado y poco regulado. Hoy eso es parte del pasado, gracias al trabajo que se ha desarrollado con la incorporación de nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente, como los primeros 100 buses eléctricos, que no generan emisiones y por lo tanto son un gran aporte para mejorar la calidad del aire que respiramos” destacó la Ministra Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.

El Subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez, añade que “desde los 13.000 buses contaminantes de los 80, que generaban problemas ambientales y de congestión graves” pasamos a un sistema ordenado, que dejó de generar un problema ambiental y hoy contribuye a reducir la congestión.  Esos atributos buscan profundizarse aún más con los 200 buses eléctricos y los 490 Euro VI que estamos incorporando. Y lo reforzaremos aún más con la renovación de flota que traerá la nueva licitación”, sostuvo.

Las mejoras que se buscan implementar, con la nueva licitación apuntan a elevar el estándar de calidad de viaje del usuario, con una mejor frecuencias y regularidad de los recorridos, la optimización de algunos recorridos y la renovación de flota, entre otros cambios.

“Los avances que ha experimentado el sistema en los últimos años han permitido mejorar la seguridad y reducir considerablemente las tasas de accidentabilidad que existían hasta antes de la implementación del Transantiago. Si en el último año de las micros amarillas se registraron 4.951 siniestros que involucraron buses de la locomoción colectiva, esta cifra se ha reducido en casi un 60% en los últimos años” agregó el Director del DTPM, Fernando Saka.

También el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones tiene la meta y el compromiso de fomentar la electromovilidad para que, antes de 2050, el 100% de transporte público sea eléctrico. La incorporación de los primeros 100 buses eléctricos permitirán reducir a cero las emisiones de CO2.