Los peatones son los usuarios más vulnerables de las vías, pues carecen de toda protección ante un impacto y son proclives a sufrir atropellos. Las estadísticas indican que durante 2013, hubo 631 peatones que fallecieron, en más de 9.500 siniestros de tránsito.

Al igual que los vehículos, las personas que transitan a pie tienen derechos y obligaciones que apuntan a garantizar su propia seguridad. Los conductores están obligados a respetar a los peatones y a considerar su vulnerabilidad, sin olvidar que cuando uno se baja de su auto, inmediatamente se convierte en peatón. Estos, por su parte deben comportarse adecuadamente en la vía, teniendo en cuenta que los automovilistas no siempre pueden “adivinar” sus movimientos o intenciones ni reaccionar a tiempo para evitar un accidente.

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